Molt contents estem a S'Horabaixa!
Sentim com nostres les dues
Guineuetes que ahir van aconseguir en Paco Escudero amb el Grup de Teatre de Dones de Badalona per l'obra August D i en Xavier Ricart pel seu treball durant l'any passat, i qui va fer menció i dedicar el premi al treball de les entitats i grups de teatre amateur de Badalona (recordant que és el segon anys consecutiu que l'obra d'entitats que es porta a terme cada any s'emporta una Guineueta), un treball costós per tirar endavant els nostres projectes però poques vegades recompensat per part de les administracions locals, tal com deia en propi Xavier.
I contents també perquè avui és el
Dia Internacional del Teatre, i nosaltres ens sumem amb aquesta data, amb l'objectiu de continuar treballant per tal que la cultura en general, i del teatre i les arts escèniques en concret, arribi a totes parts.
A S'Horabaixa entre tots construïm cultura, fem cultura, eduquem en la cultura i transmetem els valors de la cultura i de les arts escèniques. Una lluita contra l'exclusió social que genera el no tenir accés digne a la cultura i al teatre en general, una lluita contra l'individualisme i els afanys de protagonisme que viu la nostre societat, una lluita silenciosa però amb efectes, però una lluita que no podem fer sols i que per això entre tots i totes tirem endavant, aportant petits grans de sorra com els que aquest any passat hem aportat al nostre barri i a la nostre ciutat, i que continuarem aportant amb la intenció que tothom sigui partícip de la cultura en igualtat de condicions.

Molta merda!

A continuació us adjuntem el missatge internacional d'aquest 2007 per al dia Internacional del Teatre de l'Institut Internacional del Teatre i la UNESCO.


Día Mundial del Teatro – 27 de Marzo de 2007
Suya majestad Sheik Dr. Sultán bin Mohammed Al Qasimi Miembro del Consejo Supremo de los Emiratos Árabes Unidos y Gobernador de Sharjah

Muy joven descubrí el amor por el mundo fascinante del Teatro. Pude entender y aprovechar su verdadera esencia cuando empecé a crear, dirigir y actuar en una obra teatral de carácter político que provocó la cólera de las autoridades de la época. Confiscaron todo lo que se encontraba en el teatro, y procedieron a su cierre ante mis propios ojos. El espíritu del Teatro que vivía en mi no tenía otra elección, frente a los soldados armados, que la de refugiarse y aferrarse a mi conciencia. En ese momento comprendí la fuerza y el poder del Teatro frente a quienes no toleran la opinión de los otros, y aprendí, con certeza, el papel grave e importante que el Teatro puede desempeñar en la vida de los pueblos.
Durante mis años de estudiante universitario en El Cairo, la escena penetró en lo profundo de mi conciencia y echó raíces, leí todo cuanto se escribía sobre el Teatro y tuve ocasión de asistir a los espectáculos más diversos. Este descubrimiento profundizó en años posteriores y hoy, el Teatro continúa interesándome de manera general.
He aprendido a través de mis lecturas desde la antigua Grecia hasta nuestros días, la magia potencial que el mundo del Teatro contiene y su capacidad para descubrir las profundidades del alma humana y revelar sus misterios. El Teatro constituye un factor de unificación de los seres humanos, y el hombre puede a través de él, llenar el mundo de amistad y abrir horizontes de diálogo entre los pueblos, sin distinción de raza, color o creencia. Ha sido para mí un factor suplementario para aceptar al Otro tal cual es. He comprendido, también, que el bien unifica a los seres humanos y que el mal los separa.
Las guerras que han golpeado a la humanidad desde los viejos tiempos han encontrado profundas justificaciones en las intenciones maléficas que no saben apreciar la belleza. Y la belleza perfecta solo se encuentra en el Arte del Teatro, recipiente que contiene todas las Bellas Artes. El que no saborea la belleza no puede apreciar el valor de la vida; y el Teatro es la vida.
Necesitamos hoy rechazar las guerras, absurdas en todas sus formas, y las discrepancias dogmáticas que flagelan, en ausencia de un freno moral, los espectáculos de violencia y asesinatos ciegos que van a sumergir al planeta en un mundo siniestrado por epidemias endémicas o los problemas de desertización y sequía. Todo ello es causado por la ausencia de un diálogo auténtico que posibilite hacer de este mundo un lugar donde vivir juntos.
Amigos del Teatro, una tempestad se desencadena sobre nuestro planeta causada por la violencia de un torbellino de sospechas y suspicacias, que amenaza con impedirnos tener una visión clara de las cosas. Nuestras voces son sofocadas y no llegan a todos los oídos a causa de la violencia y la división entre los pueblos. Esta tempestad amenaza con desviarnos para alejarnos a unos de los otros. Debemos oponernos a los que hacen sonar la corneta para desencadenar tempestades; no para destruirlos, sino para alejarnos de atmósferas contaminadas y consagrar nuestros esfuerzos a la comunicación y establecimiento de relaciones amistosas, con quienes predican la fraternidad entre los pueblos.
Si el Teatro depende de la vida, nosotros estamos avocados a la desaparición.